Carmen Rodríguez

Redacción Cultura, 1 oct (EFE).- La Cultura como motor de desarrollo sostenible, estimuladora de empleo, crecimiento e innovación será, desde mañana, debatida por expertos de todo el mundo en una reunión de la Unesco en Florencia, según el director general adjunto de la organización, Alfredo Pérez de Armiñán.

Los expertos se reunirán durante tres días en esta ciudad italiana en la tercera edición del Foro Mundial de la Unesco sobre la cultura y las industrias culturales bajo el lema: “Cultura, creatividad y desarrollo sostenible. Investigación, innovación y oportunidades”.

Pérez de Armiñán explicó a Efe que se discutirá sobre el papel de la cultura en la Agenda de Desarrollo post-2015, la cual sucederá a los Objetivos de desarrollo del milenio cuando lleguen a su fecha límite a finales de ese año.

La cultura es “un motor y un instrumento del desarrollo, es decir, conduce al desarrollo a la vez que lo permite”, explicó el directivo español de la Unesco.

Por ello, “la cuestión de fondo es cómo se crea un marco jurídico, económico y social favorable al sostenimiento de un desarrollo en el que la cultura tenga no solo el papel que le corresponde como motor y vector del desarrollo, sino cómo se toma en cuenta ese factor como índice de desarrollo humano”.

Y es que “el ser humano sin creatividad no es capaz ni de ciencia, ni de técnica, ni de perfeccionamiento social y por lo tanto como el crecimiento económico está íntimamente ligado con estas vertientes, está también claro que la cultura es un factor esencial”.

La contribución de la cultura y la creatividad al crecimiento sostenible es cada vez más reconocida, por su papel en crear identidad, aliviar la pobreza, propiciar la inclusión social y contribuir al bienestar de las comunidades.

El foro de Florencia hablará de cultura no solo en el sentido de la creación artística, sino en su dimensión antropológica, de “hábitos sociales, creencias, tradiciones y diversidad cultural, e incluso formas de vida”, concretó Pérez de Armiñán.

Así, los expertos debatirán de temas diversos, como el papel de la industrias culturales en el empleo y el crecimiento, el poder de la cultura para la inclusión y la cohesión social o cómo se puede actuar en función de las necesidades culturales para el desarrollo sostenible de zonas urbanas y rurales.

Sobre la mesa también estarán las inversiones en cultura y la capacidad de colaboración entre el sector público y privado, que, según un reciente informe de Unesco, “ha sido muy fructífera en muchos casos”.

No se trata solo de colaboración entre ambas partes, sino también de sinergias. “En algunos casos -dijo- bastaría con que el marco jurídico y la política económica fueran favorables a cierto tipo de inversiones privadas para que estas tuvieran un resultado interesante desde el punto de vista económico y cultural”.

Los expertos tratarán de la economía creativa, “que hay que tomarla como un concepto dinámico que implica capital humano y formación de las personas, conciencia de su identidad cultural desarrollo de sus capacidades creadoras y de emprendimiento, tanto artístico como empresarial”.

“La economía creativa es, en el fondo, innovación (…) considerada en su sentido más amplio”, indicó Pérez de Armiñán.

La cultura contribuye de muchas formas en el proceso de desarrollo y no siempre es fácil medirlo con los indicadores económicos tradicionales, de ahí que los expertos también dirijan sus esfuerzos a esta cuestión.

“Es un tema muy importante desde el punto de vista técnico” y que no solo lo estudia la Unesco, sino también el Banco Mundial y otras organizaciones internacionales, señaló Pérez de Armiñan, quien se refirió, por ejemplo al “peso económico de una lengua”.

Al margen del Foro, se presentará varios proyectos de la Unesco, en colaboración con Italia destinos a salvaguardar el patrimonio cultural en Afganistán, Myanmar, Jordania y Mali.

En la actualidad, países como Siria e Irak están sufriendo debido a los conflictos una “seria amenaza” a su patrimonio cultural y la Unesco ha puesto en marcha dos planes de emergencia y acción.

Pero el directivo destacó, en especial, el caso de Mali, donde la destrucción de bienes culturales también ha sido muy grave, pero el plan de acción de la Unesco para la protección del patrimonio, “empezando por los grandes monumentos y bibliotecas de Tombuctú ha sido un éxito”.

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